Dos candidatos bajo la lupa
Los estadounidenses habrán de escoger el próximo 8 de noviembre entre dos de los candidatos más controvertidos que se recuerdan. Hillary Clinton y Donald Trump llevan décadas bajo el foco mediático y su imagen dista mucho de ser buena. Baste para constatarlo los datos de una encuesta realizada por Morning Consult para el portal Politico, que sondeaba la opinión que ambos aspirantes merecían como modelos para los niños. El 72% opina que el candidato republicano no es un buen ejemplo y un 54% que la candidata demócrata tampoco lo es. ¿Qué es lo que ha llevado a los electores a tener una opinión mayoritariamente negativa de los dos aspirantes a la Casa Blanca? Estas son las razones.
La demócrata, que aspira a ser la primera presidenta de EE UU, es una de las figuras más polarizantes que se recuerdan [perfil completo]
Las incendiarias declaraciones del republicano le han convertido en un insólito candidato enfrentado a la cúpula de su partido [perfil completo]
Los estados donde se juega la Casa Blanca
Ocho estados que suman 111 votos electorales determinarán el nombre de quien regirá el destino de Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2017. Son los denominados ‘swing states’, aquellos cuyo respaldo al Partido Demócrata o al Republicano no está asegurado sino que vira entre elecciones. Son objeto de atención preferente por parte de los candidatos, que invierten en ellos gran parte de su tiempo y recursos en menoscabo de otros territorios ‘seguros’. Del color que adopten dependerá qué inquilino tendrá el 1600 de Pennsylvania Avenue. Así son los ‘campos de batalla’ que determinarán la victoria final.
Así se libra la batalla por el Despacho Oval
Estados Unidos es una república democrática, de estructura federal, cuyo Gobierno está encabezado por un presidente elegido por un mandato de cuatro años. Y solo existe la posibilidad de renovarlo por otros cuatro más. Para convertirse en presidente es preciso lograr al menos 270 de los 538 votos del Colegio Electoral. Pero antes de llegar a esta meta, el sistema electoral estadounidense contempla muchos pasos previos. Así se desarrolla en las urnas de los 50 estados la carrera por la presidencia.
Dos visiones del mundo irreconciliables
Centrismo versus proteccionismo. Los programas de Donald Trump y Hillary Clinton son tan opuestos como su estilo político. Clinton aboga por medidas centristas con guiños a la izquierda, tales como el aumento del salario mínimo a quince dólares la hora. En materia fiscal, la candidata aboga por mayores tasas para los más acaudalados y, sobre inmigración una reforma integral. En estos dos últimos puntos es donde más se aleja de su rival. El magnate defiende una fuerte reducción en las cargas tributarias y alardea de una propuesta estrella que consiste en construir un muro en la frontera con México.
Movilizados contra Trump
Las diatribas del candidato republicano han soliviantado a la comunidad latina de EE UU, que ha asistido con estupor a sus descalificaciones. El magnate ha acusado México de enviar “drogas” y “violadores” a su vecino del norte. El programa del empresario se caracteriza por su mano dura en materia migratoria, con una serie de propuestas como la multiplicación del número de agentes que custodian las fronteras o la deportación de extranjeros que cometan delitos en territorio estadounidense destinadas a hacer más difíciles las condiciones de vida de aquellos que persiguen su porción del sueño americano.